martes, 19 de julio de 2011

Presentación

En 372 páginas editorial Maye ofrece este libro que cuestiona “El Conflicto Mapuche”.
En el se hace un análisis de la situación que se vive en la Araucanía, de la incidencia de legislaciones dictadas desde 1979, que han generando  una “explosión” de aspiraciones imposibles de cumplir, promovidas por activistas indigenistas nacionales e internacionales.
Se muestran las decisiones de los órganos del Estado que han incitado a la violencia y han protegido a los violentistas.
Julio Bazán Álvarez, autor del libro Lo Derroco el Pueblo, obra que relata con información  original las verdaderas causas del colapso del gobierno de Salvador Allende, nos sorprende nuevamente con ¿Es Mapuche el Conflicto?
Ahora Bazán, luego de dos años de investigación sobre los aportes de la Araucanía a nuestra nacionalidad  y de la realidad presente, llega a la conclusión que, habiendo un grave conflicto en el sur, este no es mapuche sino fruto de  una desacertada legislación dictada en el primer gobierno de la concertación que  permitió que cualquier descendiente de mapuche o que cualquier persona, consiguiendo la calidad de indígena otorgada por CONADI,  pudiera solicitar y obtener tierras que no están ni han estado jurídicamente disponibles para estos fines; ante esta dificultad se ha utilizado lo de las “tierras ancestrales”, cosa absolutamente irreal. Estas disposiciones han creado las condiciones para  el violento actuar de activistas indigenistas, apoyados por organizaciones internacionales, con la secuela de desorden y caos que se vive en la región e instigado los afanes y exigencias autonomistas inaceptables de grupos de chilenos y extranjeros sobre parte del territorio y de los mares chilenos lo que podría tener graves consecuencias para el futuro de Chile como Nación.
En un cruce de la historia.
Este libro trata del encuentro entre hombres de orígenes absolutamente distintos, de culturas diferentes y de, también diferentes etapas de desarrollo. De guerreros y de guerras, de montoneros y bandidaje, de patriotas aliados con indígena en contra de indígenas aliados con  realistas primero y con chilenos después, de triunfos y derrotas, en fin, de seres humanos a quienes el curso de la historia los transformó en enemigos y amigos, en héroes y villanos; que los hermano en el engendramiento de una raza mestiza que hoy integra nuestra nacionalidad. No eran todos buenos los de un lado, tampoco malos; ni malos ni tan buenos los del otro. Sencillamente vivieron el momento histórico que les tocó vivir. Los unos venían desde los siglos del Renacimiento europeo a conquistar, los otros, de los atávicos y nebulosos orígenes de su existencia como grupo humano, a evitar la conquista. Ambos respaldados por el derecho propio de sus propias culturas. El drama humano en toda su magnífica grandeza, el drama humano en  toda  su horrible miseria. 
También trata de la manipulación que se ha realizado en Chile y ha sido causa de trastornos gravísimos que dicen relación  con la soberanía nacional. Con las manipulaciones comienza el libro.
Explicación
Podría suponerse que incluir la historia desde Isabel La Católica, dedicar una parte importante de éste al ejercicio de la soberanía en el sur, sean temas que poco tienen que ver con los conflictos que se  han desarrollado en la Araucanía.
Ocurre que los indigenistas han atacado la conquista de estas tierras  como un acto de usurpación de la Corona Castellana.  También se refieren al ejercicio de la soberanía chilena como un acto de usurpación, pillería y “genocidio” del Estado de Chile, también se descalifican alginas de las legislaciones chilenas de los siglos XIX y XX y se alaban otras que están lejos de ser dignas de alabanzas. Estos asuntos forman parte del conflicto de que trata el libro.
Santiago, Julio 2011